El pasado sábado fue un día de fiesta en el patio de nuestro colegio, de la Ciudad de los Muchachos. La jornada festiva, con motivo de la celebración de María Auxiliadora, dio comienzo desde bien temprano y se prolongó hasta altas horas de la noche. Fue un ambiente familiar en todos los sentidos, no solo porque participaron familias en las diversas actividades, sino porque entre todos los ambientes del colegio es eso lo que formamos: una gran familia.
Así se vio y se sintió desde primeras horas de la mañana. Desde las 10 se abrieron las puertas del cole, y el patio empezó a llenarse. La tradicional tómbola de la Asociación de María Auxiliadora y el “chiringuito” organizado por cooperadores y animadores, así como los talleres de AMPA y las competiciones y exhibiciones deportivas generaron ese ambiente festivo y lúdico tan característico de una casa salesiana y que tanto nos gusta.
A la una de la tarde llegó uno de los momentos más esperados: un torneo de fútbol sala en el que padres, profesores, entrenadores y animadores disfrutamos de un buen rato de deporte, piques sanos y risas. Estos momentos, necesarios, fomentan el buen rollo entre las personas que formamos parte de Ciudad de los Muchachos.
A las dos y media pusimos rumbo al comedor para cumplir con otra de las tradiciones de los últimos años: la paella solidaria organizada por los cooperadores con ayuda de voluntarios. En esta ocasión, lo recaudado se destinó al proyecto de Salesianos Fambul de Sierra Leona, una casa salesiana que ayuda a chicas jóvenes y las aleja de la esclavitud y la prostitución. La historia se puede ver en el documental ‘Love’, de Misiones Salesianas, que además se proyectó en el teatro por la tarde. La paella vino acompañada, como es habitual, de una rifa solidaria y un ambiente muy ameno y familiar.
Por la tarde llegó otro momento clásico, ya que el patio se llenó de juegos populares, deportes y divertidas pruebas para niños, jóvenes y familias. Así, pasamos una tarde bailando, cantando, riendo y jugando a numerosos juegos todos juntos, culminando con un balón prisionero gigante y un divertido animadores contra niños. La tarde no concluyó aquí: en la capilla celebramos la Eucaristía todos juntos para dar gracias por el día vivido, además de poner la guinda viendo todos juntos en el teatro la final de la Champions League.
Así se vivió una jornada festiva en honor a María Auxiliadora. Familias, profesores, cooperadores, entrenadores, animadores, Salesianos, miembros de la Familia Salesiana y por supuesto, niños, adolescentes y jóvenes… todos vivimos un gran día que guardaremos con cariño en nuestra memoria. ¡Viva María Auxiliadora!