Quiero ser, mi Señor, en ti como el árbol plantado cerca del arroyo.
Tú has de ser, mi Señor, esa voz, con quien hable y medite día y noche.
Quiero ser, mi Señor, en ti como el árbol plantado cerca del arroyo.
Tú has de ser, mi Señor, esa voz, con quien hable y medite día y noche.