Madre, en el día de tu fiesta quiero decirte que te siento cerca, cuidando de nosotros. Como en las bodas de Caná, nos pones en las manos de tu Hijo Jesús.

Bendición de María Auxiliadora

Nuestro auxilio nos viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra.
Bajo tu amparo nos refugiamos, Santa Madre de Dios, no desatiendas las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades; antes bien, líbranos de todo peligro, oh, Virgen gloriosa y bendita.
María Auxilio de los cristianos. Ruega por nosotros.
Señor, escucha nuestra oración y llegue a ti nuestro clamor.
Dios todopoderoso y eterno, con la ayuda del Espíritu Santo, preparaste el cuerpo y el alma de María, la Virgen Madre, para ser digna morada de tu Hijo; al recordarla con alegría, líbranos por su intercesión de los males presentes y de la muerte eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

(Don Bosco)