Madera que fue tronco vivo, fuerte árbol de ramas que dieron sombra y frutos.

Madera que tras ser cortada espera ser tallada para servir de asiento, figura o busto.

Madera que envejecerá viendo a otros crecer, madurar, ser más.

Señor, el Viernes Santo recordamos que diste tu vida para que nosotros pudiéramos tener la Vida que viene de Ti. Te dejaste golpear, escupir, tallar, atravesar… por mí. Enséñame, Señor, a dar mi vida, a regalarla a los demás.

Si el grano de trigo no muere en la tierra, no puede dar fruto. Pero si muere da mucho fruto. (Juan 12)