Como novedad, la convivencia arrancó oficialmente el viernes por la tarde, ya que la sección de Chiqui pasó la primera noche en el cole. De esta manera, pudimos ampliar un poco el horario y quitarnos los nervios de dormir fuera de casa. Así, el viernes se presentó la temática de la convivencia de Chiqui (Los Increíbles), cenamos todos juntos, tuvimos un divertido concurso y marchamos a dormir para coger fuerzas para lo que se avecinaba en los siguientes días.

Ver fotos

El sábado, ya todos juntos, nos montamos en el autocar rumbo a Mataelpino. Al llegar, nos instalamos brevemente y comenzamos a jugar por secciones hasta la hora de la comida, todos juntos y mezclados por el albergue. Así, en Ados conocimos la temática de nuestra convivencia, los piratas, y comenzamos a luchar entre nosotros para conseguir pistas y los primeros trozos de mapa que nos había dejado “Mumu”. En Preas, con la temática de “Rompe Ralph”, comenzamos con la convivencia tratando de destrozar los edificios de los demás, imitando al gran Ralph. En Chiqui comenzamos con los buenos días sobre la confianza, antes de poner a prueba nuestros poderes de superhéroes en varios divertidos juegos.

Llegó el momento de la comida, para reponer fuerzas, y después un rato de tiempo libre antes de continuar con las actividades programadas. Chiqui y Preas realizaron diferentes talleres, un marcapáginas de superhéroes y un 3 en raya ambientado en los videojuegos favoritos de cada uno. Mientras la lluvia nos respetaba, aprovechamos para jugar fuera a lo que fuese, capturando villanos, jugando al bingo, viajando a la antigua Esparta o convirtiendo Mataelpino en un divertido comecocos gigante.

Al anochecer, llegó una amiga inesperada, que nos hizo cambiar los planes, o como hemos hecho otras veces, disfrutar de Mataelpino de una manera diferente: la lluvia. Así, el rato de antes de cenar lo pasamos en el interior de las habitaciones, la nave o la sala de abajo. Fue un rato para tener diferentes momentos formativos, adaptados a cada edad: en Chiqui vimos qué valores podemos aprender de cada superhéroe y qué cualidades tiene Jesús, en Preas reflexionamos sobre la personalidad y qué dirían los demás si cambiamos cómo somos gracias a un fragmento de la película “Rompe Ralph” y a los Pokémon, y en Ados hablamos de la importancia de tener compromiso con el grupo en el que estamos participando. Tras la cena continuaba el tiempo inestable en el albergue, por lo que los juegos de la noche también tuvieron lugar en el interior: el divertido “pueblo duerme” de Ados, el curioso linternazo de Mario Bros de Preas y la sesión de cine para Chiqui antes de dormir.

Por la mañana, cuando la nave estuvo despejada tras la noche de los pequeños, y cuando los mayores estuvieron listos, comenzamos otro día intenso. Tras el desayuno y los buenos días, el tiempo esta vez sí nos respetó para poner la guinda a la convivencia con divertidas actividades. En Preas jugamos a Wii Sports, con deportes por el albergue, mientras que en Ados nos divertimos con un clásico: el juego de la bandera. En Chiqui, nos desplazamos a la zona de las jaras para contrabandear con valores y recuperar los que se habían perdido.

La convivencia tuvo un momento especial en la Eucaristía que celebramos todos juntos en la nave, para dar gracias por lo vivido a lo largo del fin de semana. Otro momento especial, tras la comida, fue la clásica foto de grupo como recuerdo de una gran convivencia, que dentro de poco lucirá en la pared del Centro Juvenil junto al resto de aventuras vividas en los últimos años. La última, la que nos ha convertido en superhéroes, en piratas y en personajes de videojuego, no ha estado nada mal, gracias a los más de 120 participantes que hemos puesto nuestro granito de arena en esta historia.